El otro día, mientras ojeaba el periódico y me tomaba un café largo con leche en una cafetería de la localidad, escuche una conversación, de aquellas que al inicio pasan desapercibidas, pero cuando oí la frase “pobre gente de Honduras, lo que estarán pasando…” saliendo de la boca de un profesor universitario, sentí una gran indignación; a pesar de que, estoy seguro no lo dijo con ninguna mala intención. Esa indignación tuvo dos motivos: el que haya sido el comentario de una persona supuestamente “intelectual”, y que haya estado opinando de un suceso que está ocurriendo a miles de kilómetros de distancia (como todos hacemos alguna vez), y de cuya noticia, probablemente, solo se entera la mitad (o menos).
Y entonces recordé una de las canciones más críticas (desde mi modesta opinión) de Silvio Rodríguez, La canción en harapos. Me he sentido aludido por esta canción, tantas veces como la he escuchado, y en este video que comparto con ustedes (grabado en un concierto dado en la escalinata de la Universidad de la Habana en 1985) más aun, porque al inicio explica cuando y porque la escribió.
Desde una casa gigante y un auto elegante se sufre también….en un amable festín se suele ver…COMBATIR
Qué fácil es protestar por la bomba que cayó a mil kilómetros del ropero y del refrigerador.
Y entonces recordé una de las canciones más críticas (desde mi modesta opinión) de Silvio Rodríguez, La canción en harapos. Me he sentido aludido por esta canción, tantas veces como la he escuchado, y en este video que comparto con ustedes (grabado en un concierto dado en la escalinata de la Universidad de la Habana en 1985) más aun, porque al inicio explica cuando y porque la escribió.
Desde una casa gigante y un auto elegante se sufre también….en un amable festín se suele ver…COMBATIR
Qué fácil es protestar por la bomba que cayó a mil kilómetros del ropero y del refrigerador.
3 comentarios:
Sigo pensando, y lo sabes, que ese no es el problema. Ni mucho menos el problema es que una par de "profesores intelectuales", tomando un café en una cafetería de la localidad, den su justita opinión (y por justita me refiero a pobremente ajustada, no por justicia) sobre un tema que, en principio, y al final también, no les atañe. De ahí picamos tu, yo, y la madre que nos parió.
No, el problema no es ese. El problema no es que den su opinión basándose en lo que escucharon durante un minuto en el telediario. Como dije en la entrada del blog, yo mismo lo he hecho innumerables veces. Probablemente por la noche de ese mismo día ya no se acordaban lo que dijeron.
El problema (si existe) es creerse duenio de una verdad lejana, compadecerse de otra persona que esta en una realidad totalmente distinta, mientras tienes tus tarjetas de crédito y varios billetes en la cartera, y te sientes en una "mejor" posición. Y después de emitir un comentario de ese estilo sentir que has hecho algo por el mundo, sentirte "mejor" persona.
Bueno, bueno,... Estás dando por hecho cosas que, creo, no conoces. Cierto es que se compadecen desde una posición muy cómoda (sin entrar en el tamaño de su cartera, el cual desconocemos). Pero de ahí a decir que se creen dueños de una verdad (como si existiese "una verdad"), o se crean en una "mejor posición", o una "mejor persona"...
Del mismo modo, Silvio escribe una canción crítica, desde una posición más cómoda, cómo él mismo dice ("Que fácil es escribir algo que invite a la acción").
Y también dice "si fácil es abusar más fácil es condenar". ¿No es eso lo que estamos haciendo ahora mismo?
Publicar un comentario