Revolución?

Al fin. Llego el día en que pude retomar el blog. Primero la tesis, luego la readaptación al suelo natal y finalmente la falta de costumbre han hecho que tenga abandonado este pedacito de espacio virtual, pero aquí estoy otra vez!

Al grano.

Últimamente me siento atacado por una agresiva campaña publicitaria gubernamental en la que se habla de una “revolución ciudadana”. Aunque estoy de acuerdo con la mayoría de los valores y objetivos planteados en este gran proyecto, yo tenía otra idea de revolución, yo había idealizado otra revolución. Me imagino que esto es algo generacional. Yo soñaba con una revolución donde un “Che” luchara contra un enemigo “imperialista”, pero creo que ese tipo de revoluciones estarán destinadas a dormir en el imaginario colectivo (o tal vez solo en el mío). Tal vez simplemente fue el sueño de un adolescente idealista. Luchar contra el nuevo imperio? creo que sería un desastre económico el negarse a tener relaciones políticas y comerciales con China.


La realidad supera al mito. Sin embargo, me encantaría ofrecerle un pequeño y muy personal homenaje a todo lo que significa el personaje revolucionario del “Che”, pero como no soy el primero al que se le ha ocurrido esta idea, tomare prestadas dos excelentes canciones de Silvio Rodríguez, que según él, las escribió el día en que se entero de la muerte de Ernesto Guevara de la Serna. Es que nadie podría haberlo dicho mejor.


Hasta siempre Comandante!!!





Las moscas

Hace tanto que no las veo….que al menos quería leerlas. Un precioso poema de Antonio Machado.

Vosotras, las familiares,
inevitables golosas,

vosotras, moscas vulgares,

me evocáis todas las cosas.

¡Oh, viejas moscas voraces
como abejas en abril,

viejas moscas pertinaces

sobre mi calva infantil!

¡Moscas del primer hastío
en el salón familiar,

las claras tardes de estío

en que yo empecé a soñar!

Y en la aborrecida escuela,
raudas moscas divertidas,

perseguidas

por amor de lo que vuela,

—que todo es volar—, sonoras
rebotando en los cristales

en los días otoñales...

Moscas de todas las horas,

de infancia y adolescencia,
de mi juventud dorada;

de esta segunda inocencia,

que da en no creer en nada,

de siempre... Moscas vulgares,
que de puro familiares

no tendréis digno cantor:

yo sé que os habéis posado

sobre el juguete encantado,
sobre el librote cerrado,

sobre la carta de amor,

sobre los párpados yertos

de los muertos.

Inevitables golosas,
que ni labráis como abejas,

ni brilláis cual mariposas;

pequeñitas, revoltosas,

vosotras, amigas viejas,

me evocáis todas las cosas.

El terremoto de Haití es culpa de los haitianos?

Después de algún tiempo sin compartir con usted las cosas que me inquietan…..tengo un buen motivo para regresar.


Me imagino que todos estaremos impactados, consternados, tristes, etc. con el terremoto en Haití. Personalmente yo también estoy un poco cansado del bombardeo de imágenes que hemos tenido en los noticieros. Espero que sea para “conmovernos” y tratar de colaborar de alguna manera (y así expiar un poco nuestras conciencias), y no una competencia de número de muertos que es capaz de mostrar cada cadena televisiva por segundo. Sin embargo, hay cosas que ni siquiera tienen nombre…..


El telepredicador estadounidense Pat Robertson ha vuelto a demostrar ante las cámaras de la Cadena de Cristiana de Difusión (CBN), su cadena, que no hay límites a su indecencia. Ha culpado a los propios haitianos del terremoto que ha arrasado a Puerto Príncipe y ha causado decenas de miles de muertos y millones de damnificados. Robertson achaca la tragedia, la pobreza y todos los desastres naturales que han azotado Haití desde 1804, a que sus habitantes llegaron a un pacto con el diablo para independizarse de Francia (si se puede llamar independencia). "Te serviremos si nos liberas de los franceses", asegura que propusieron a Satanás. Y El Maligno, según él, aceptó y expulsó a los franceses. Ésa es para este fanático, ex candidato a la Presidencia de Estados Unidos, la causa de todos sus males. Pongan ustedes los adjetivos, yo les dejo con mi indignación y con el vídeo protagonizado por estebuen cristiano” que hace cinco años ya sugirió que EEUU debía asesinar a Hugo Chavez (que tampoco es santo de mi devoción).


Yo solo me pregunto: por qué no lo advirtió si ya lo sabía?

Gracias Negra!!!

Después de más de dos meses de no haber escrito una entrada en el blog, ahora tengo un motivo inaplazable. Ha muerto “La Negra” Sosa. Sí, sé que es muy fácil subirse al autobús de la despedida cuando todos lo están haciendo. No lo pretendo. Solo quiero compartir lo que para mí significa. Hoy la página web oficial de Mercedes Sosa, muestra lo siguiente:

"En el día de la fecha, en la ciudad de Bs As, Argentina, tenemos que informarle que la señora Mercedes Sosa, la más grande Artista de la Música Popular Latinoamericana, nos ha dejado.

Haydé Mercedes Sosa, nació el día 9 de Julio de 1935 en la ciudad de San Miguel de Tucumán. Con 74 años de edad y una trayectoria de 60 años, Ella transitó diversos países del mundo, compartió escenarios con innumerables y prestigiosos artistas, y dejó además, un enorme legado de grabaciones discográficas.

Su voz llevó siempre un profundo mensaje de compromiso social a través de la música de raíz folklórica, sin prejuicios de sumar otras vertientes y expresiones de calidad musical.
Su talento indiscutible, su honestidad y sus profundas convicciones dejan una enorme herencia para las generaciones futuras. Admirada y respetada en todo el mundo, Mercedes se constituye como un símbolo de nuestro acervo cultural que nos representará por siempre y para siempre.
Quizás, las palabras de su entrañable amiga, Teresa Parodi, resuman el sentimiento de muchos:"

“…Mercedes, salmo en los labios
amorosa madre amada
mujer de América herida
tu canción nos pone alas y hace que la patria toda
menudita y desolada no se muera todavía,
no se muera porque siempre cantarás en nuestras almas…”

Cada uno podría dedicar sus propias palabras para lo que la música de Mercedes Sosa le evoca. Mis recuerdos más sensibles de “La Negra” me remontan al año 2003, en el Parque Nacional Yasuní. En medio de ese paraíso que es el bosque húmedo tropical y en buena compañía solía escuchar una y otra vez el álbum “En Argentina” grabado en vivo en el Teatro Opera de Buenos Aires. Duerme negrito….María va…..Alfonsina y el Mar……Solo le pido a Dios…..Canción con todos…..Como la Cigarra.

Gracias por transmitirnos ese compromiso, esa tristeza del exilio, esa alegría del amor adolescente, ese sentimiento latinoamericano. Gracias "Negra" Sosa, Gracias!!!

Tantas veces me mataron, tantas veces me morí, sin embargo estoy aquí resucitando, gracias doy a la desgracia y a la mano con puñal porque me mato tan mal….que se seguí cantando, cantando al sol como la cigarra, después de un año bajo la tierra, igual que sobreviviente que vuelve de la guerra.
Tantas veces me borraron, tantas desaparecí, a mi propio entierro fui sola y llorando, hice un nudo en el pañuelo, pero me olvide después que no era la única vez y seguí cantando………


Qué buscas?



¿Qué busca una mujer en un hombre y viceversa? ¿Cuál podría ser la esencia del amor en pareja desde el punto de vista de la biología evolutiva? ¿Si somos una especie más del inmenso y ramificado árbol de la evolución, podríamos acaso explicar las relaciones amorosas mediante el “frío” y “mecanístico” proceso de la evolución darwiniana? No pretendo de gurú o sabelotodo, más bien, y siguiendo los lineamientos del método científico, humildemente me cuestiono sobre lo que perciben mis sentidos y me pregunto acerca de las cosas. “Ubi dubium ibi libertas” dice un milenario proverbio en latín.


Tanto el hombre como la mujer buscan amor, comprensión y compañía. –¡Por supuesto!– Pero no es en las similitudes, sino en las diferencias donde podemos hallar las respuestas necesarias para conocer nuestros orígenes y nuestra razón de ser. Hombres y mujeres somos distintos, no hay nada que podamos hacer al respecto: masa muscular, percepción y sentidos, procesos de razonamiento lógico, todo señala a diferencias profundamente enraizadas en mecanismos próximos en cuanto a diferencias genéticas, y razones primordiales en cuanto a la adaptación evolutiva de los dos géneros.


A lo largo de la historia de la vida en el planeta, y durante las primeras fases cuando se “inventó” el sexo, había dos posibles caminos a tomar. Un sexo decidió optar por la cantidad, mientras que el otro por la calidad. Dos estrategias opuestas, pero complementarias, dos opciones definitivas en un equilibrio matemático y causal.


Hoy en día estas estrategias se reflejan en la fisiología reproductiva de hombres y mujeres. Los espermatozoides se cuentan por millones y son extremadamente pequeños, en relación al único óvulo producido por la mujer. Esta asimetría consecuentemente lleva a una modificación en el comportamiento. Si consideramos que la premisa fundamental de todo ser vivo es la reproducción y el maximizar el número de descendientes, entonces mujeres y hombres deben comportarse diferente en cuanto a sus estrategias reproductivas.


Teóricamente un hombre puede tener tantos hijos como le sea posible en el transcurso de un año, mientras que la mujer se halla limitada a un solo descendiente. El esfuerzo que requiere el hombre para engendrar un hijo se limita a unos pocos minutos. La mujer se halla ligada a su hijo por nueve meses de gestación y varios años de lactancia. Más aún el costo fisiológico y energético de la gestación es representativo, pudiendo poner en riesgo la salud y la vida de la madre. Esta diferencia en los costos reproductivos moldean las sociedades humanas de manera sutil pero decisiva. ¿Es entonces la mujer igual al hombre en cuanto a sus preferencias en las cualidades de pareja?


Imagínate que es un día soleado de primavera, eres joven, estás en aquella etapa en que sientes la euforia de la vida, estas descansando en una plaza, quizás leyendo un libro. Repentinamente se acerca una persona del sexo opuesto, increíblemente atractivo(a), se muestra amigable y sonriente, y te hace las siguientes tres preguntas:


- ¿Saldrías conmigo hoy por la noche?
- ¿Vendrías a mi casa hoy?
- ¿Te acostarías conmigo esta noche?


¿Cuál sería tu respuesta a estas tres preguntas? ¿Existiría una diferencia cuantificable en la proporción de aceptación y negación dependiendo de si eres mujer u hombre? Pues este experimento fue llevado a cabo en los años de 1978 y 1982 por Russell E. Clark y Elaine Hatfield (profesores de sicología en la Universidad de Florida y de Hawai respectivamente) con estudiantes universitarios. En 1978, una proporción similar de hombres y mujeres se mostraron abiertos a la primera invitación. Sin embargo, solo el 6% de mujeres aceptó la segunda invitación y ninguna la tercera. ¡Mientras que un 69% de hombres dijo sí a la segunda pregunta y un 75% aceptó gustoso la tercera!


Los hombres aparentemente prefieren aceptar una invitación sexual explícita que una cita formal al cine o al teatro, incluso se muestran alagados frente a la tercera pregunta. En cambio una mujer se muestra más recatada, aceptando gustosa una invitación al cine o al teatro, pero mostrándose insultada y ofendida con invitaciones más atrevidas. Seguramente te preguntarás cuál sería el efecto de la cultura en el presente experimento. Interesantemente Clark y Hatfield sugieren que la presencia de factores externos negativos como las enfermedades venéreas o de transmisión sexual posiblemente modifiquen las proporciones observadas en el experimento a través del tiempo o del contexto geográfico. Esto podría considerarse como modificaciones o ajustes en el comportamiento para hacer frente a conflictos y presiones del medio, es decir plasticidad en el comportamiento.


Obviamente todo esto encuentra una explicación última en la teoría de la evolución biológica. No somos más que una rama adicional y reciente en el inmenso árbol de la vida, y estamos sujetos por lo tanto a sus mecanismos y leyes. El éxito para entender nuestras tribulaciones y problemas, se halla en el conocimiento profundo y sincero de nuestra naturaleza animal.


Fuentes: - Buss, D. M. 1989. Sex differences in human mate preferences: Evolutionary hypotheses tested in 37 cultures. Behavioral and Brain Sciences 12:1-49.
- Buss, D. M. 1994. The Evolution of Desire: Strategies of Humang Mating. BasicBooks. New York. 262 pp.
- Clark, R. D. III y Hatfield, E. 1989. Gender differences in receptivity to sexual offers. Journal of Psychology and Human Sexuality 2(1):39-55.
- Schmitt, D. P. 2003. Universal sex differences in the desire for sexual variety: Tests from 52 nations, 6 continents, and 13 islands. Journal of Personality and Social Psychology 85: 85-104.